El Martini es un típico licor tan originario como representativo de Italia, que a través de 140 años de historia, supo marcar la diferencia. Su nacimiento se remonta a la gloriosa época del antiguo imperio romano, quién con esfuerzo y esmero fue mejorando la mezcla del vino con hierbas mediterráneas.
Este proceso de mezclado, vuelve a ser mejorado con el paso del tiempo, a cargo de los mercaderes de la Italia de la edad media, quienes con vinos más refinados, aromas y especias volvieron a trabajar en la elaboración de este exquisito vermú.
Comience con una buena ginebra al estilo de Londres. A partir de ahí, agregue un poco (¡no demasiado!) Vermut seco y una pizca de amargo de naranja. Y a pesar de las exigencias inquietantes de cierto espía británico ficticio, revuélvelo (¡no lo sacudas!) Con hielo y cuélalo en un vaso con el nombre del cóctel. Gira una cáscara de limón, y ahí lo tienes, un Dry Martini. Es una bebida que vale la pena llegar al fondo.
Preparación del martini:
Agregue todos los ingredientes en un vaso mezclador con hielo y revuelva hasta que esté muy frío.
Colar en una copa de cóctel fría.
Decorar con un toque de limón.
Ingredientes: